Los Yamas
(Principios universales)
Satya
Satya: (No mentir)
La raíz de Satya, SAT, significa “ser”, “aquello que existe”, de donde Satya se traduce como “lo real” y “lo verdadero”.
Satya es el segundo Yama; significa veraz, honesto o virtuoso. En el sentido de ser sinceros con los demás y con nosotros mismos, no engañar ni auto engañarnos. Conducirnos en la vida con veracidad.
Decir la verdad cuando esta es buena para los demás.
Verdad de pensamiento, palabra y comunicación. Formular palabras antes de decirlas. La verdad y su expresión -la veracidad- combinan sinceridad y autenticidad en la comunicación adecuada por medio de lenguaje, escritos, gestos y acciones.
Hay que decir la verdad cuando y solo cuando es buena para los demás. De la forma más adecuada y en el momento más oportuno posible se transmite a la persona apropiada la verdad que, sin herir, es buena, útil y favorable para la evolución armoniosa de la relación.
Satya combina la verdad, la sinceridad, y la claridad con el uso benevolente de la palabra y de la acción de la mente. La capacidad de ser honesto en la comunicación, de comunicar con sensibilidad, sin herir a nadie, sin mentir, con la necesaria reflexión requiere un estado de ser muy puro; porque Satya no solo es verdad de palabra, también lo es de pensamiento y de obra, eliminando de raíz toda malicia.
Es armonizar los actos que se ejecutan con las palabras que se pronuncian. No se habla sino para comunicar a otro el conocimiento que se ha adquirido mirando, oyendo, deduciendo. Decir que se ha utilizado la palabra para el bien de los demás no es posible más que si el conocimiento comunicado no ha sido engañoso, confuso o estéril. Sin embargo, aun cuando no haya sido voluntariamente engañoso, confuso ni estéril, pero fuera perjudicial para otro por alguna razón distinta, esto no sería la virtud de veracidad: no sería sino un pecado más. Por ello es preciso reflexionar cuidadosamente antes de proferir una palabra y no hablar más que por amor a los otros.
Así pues, “no mentir” no es solamente esforzarse por decir la verdad, sino también procurar que la palabra que se pronuncie no arriesgue causar perjuicio a otro.
En Satya tienen cabida otros aspectos más sutiles de la NO verdad como las injurias, la deshonestidad con los demás y uno mismo, el engaño, las falsedades en transacciones o estafas, la calumnias, los chismorreos, el ridiculizar a otros, todos ellos infringen los principios de Satya.
La persona no debe de hacer uso de la no verdad, sea en forma de mentira, sea forma de equívoco o distorsión en la interpretación de un hecho, sea en forma de omisión ante una de esas dos circunstancias.
Consecuentemente, escuchar rumores y dejar que sean divulgados es tan grave como hacerlos circular.
El rumor más grave es aquel que fue generado con buena fe, por falta de atención a la fidelidad del hecho comentado, ya que una no verdad dicha sin malas intenciones tiene más credibilidad.
Emitir comentarios sin el respaldo de la verdad, sobre hechos o personas, expresa inobservancia de la norma ética.
Decir unas palabras, aunque sean una verdad, que cause daño a muchas personas es algo contrario al adecuado proceder.
Hay silencios delictuosos, hay palabras infames. Se debe calcular con nobleza el resultado de las palabras habladas, pues muchas veces se hiere a otros con las palabras, en forma inconsciente.
Nosotros debemos pensar que no solamente se hiere a los demás con palabras groseras o con finas y artísticas ironías, sino también con el tono de voz, con el acento inarmónico y arrítmico. Nunca debemos condenar a nadie con la palabra porque jamás se debe juzgar a nadie.
La maledicencia, la mentira, el chisme y la calumnia, han llenado el mundo de dolor y de amargura. Además, es necesario saber que la crítica que vertamos sobre una persona se vuelve contra nosotros mismos, por ello Jesucristo nos dice en Mt. 7, 1.: No juzguéis y no seréis juzgados, porque con el juicio con que juzgareis seréis juzgados y con la medida con que midiereis se os medirá.
La maledicencia, la mentira, el chisme y la calumnia, han llenado el mundo de dolor y de amargura. Además, es necesario saber que la crítica que vertamos sobre una persona se vuelve contra nosotros mismos, por ello Jesucristo nos dice en Mt. 7, 1.: No juzguéis y no seréis juzgados, porque con el juicio con que juzgareis seréis juzgados y con la medida con que midiereis se os medirá.
Satya significa veracidad en todo sentido en la vida diaria, por lo que es muy difícil establecerse en esta virtud. Tus pensamientos deberían coincidir con tus palabras, y tus palabras deberías coincidir con tus acciones. En este mundo, la gente piensa una cosa, dice otra y hace una tercera. Eso es deshonestidad. Debes observar cuidadosamente tus pensamientos, palabras y actos. Lo poco que ganas diciendo una mentira no es ganancia en absoluto. Polucionas tu conciencia e infectas tu mente subconsciente.
Las trece formas de la verdad son: veracidad, igualdad, autocontrol, ausencia de imitación envidiosa, perdón, modestia, resistencia, ausencia de celos, caridad, seriedad, filantropía desinteresada, autodominio y una incesante y compasiva inocencia.
La observancia de Satya no debe inducir a la falta de tacto o de caridad, con el pretexto de tener que decir siempre la verdad. Hay muchas formas de expresar la verdad. Respetar la verdad, tomando en cuenta el modo y el momento para expresarla y utilizando las palabras de manera benevolente y considerada. La clave es tomar en cuenta el bienestar ajeno y no el propio.
Hace quince siglos, el galés Cadoc de Gwynllwg, hoy venerado como santo por las iglesias católica y anglicana, dijo: “Antes de hablar, considera
- Primero lo que tú dices.
- Segundo, por qué lo dices.
- Tercero, a quién lo dices.
- Cuarto, quién te lo ha dicho.
- Quinto, las consecuencias de tus palabras.
- Sexto, qué provecho resultará de estas.
- Séptimo, quién escuchará lo que digas.
Luego, pon tus palabras en la punta de tu dedo hazlas girar de estas siete maneras antes de pronunciarlas; y de tus palabras no se seguirá nunca daño alguno”
2 comentarios:
Que linda forma de expresar Satya! Muchas gracias!
Mil veces gracias... por aclarar tan bien todos los conceptos y significados de Satya.
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