Niyama 4º - SVADHYAYA



Los Niyamas

(Preceptos Individuales)


Svâdhyâya


Svâdhyâya:

La cuarta regla del Niyama es Svâdhyâya


Svâdhyâya significa el estudio de sí mismo; la capacidad de examinarnos a nosotros mismos. Profundizar en el conocimiento de uno mismo, y de la realidad que nos rodea.  Maréchal, abundando en este sentido, traduce Svâdhyâya como “interioridad”, y la define como “esta otra disciplina cotidiana de la búsqueda y el descubrimiento de lo más profundo del yo, principalmente a través del recogimiento, el silencio y la reflexión”.
Cada momento de la vida nos representa, nos abre una puerta al autoconocimiento. Utilizar cada experiencia para aprender más sobre nosotros mismos.

Estudio personal, espiritual (auto-conocimiento).  El estudio interior, el propio estudio o lectura regular de textos sagrados. Revisar y evaluar tus progresos a través de escrituras sagradas o lecciones de tus Maestros.


Sva = propio, particular, de uno; adhyâya = sección o capítulo de un libro.  Maréchal, abundando en este sentido, traduce Svâdhyâya como “interioridad”, y la define como “esta otra disciplina cotidiana de la búsqueda y el descubrimiento de lo más profundo del yo, principalmente a través del recogimiento, el silencio y la reflexión”.

Pero Svâdhyâya también tiene otra interpretación, que es la de estudio de los textos y recitación de mantras; Svadhyaya: estudiar y comprender claramente cualquier tema espiritual.

 El término sva indica también que el texto elegido para su estudio debe despertar en el practicante algo especial, debe tener con él una afinidad particular y debe estar al alcance de su capacidad actual.
El texto seleccionado debe conducir al desarrollo espiritual y para que ello ocurra tiene que ser trabajado día tras día de modo que la esencia de la enseñanza impregne la mente del estudiante. Así la persona tendrá permanentemente ante sí ideales elevados que signarán el curso de su vida e influirán en la de los demás.
El término adhyâya agrega un matiz más. Nos da la idea de que el material a estudiar debe ser acotado y de una amplitud manejable por el lector. Entonces, paso a paso, podrá ampliar continuamente su conciencia hasta llegar a la comprensión de los distintos aspectos de la Realidad.
Pero hay que señalar que Svâdhyâya es también el estudio de sí.

Svâdhyâya tiene también el sentido de que toda acción que realicemos debe ser un medio de autoconocimiento. El conocimiento logrado acerca de nosotros mismos, permite interpretar nuestro estado actual y elaborar una estrategia que permita los cambios que nos coloquen en el camino de la realización.

 Pero el autoconocimiento se refiere sobre todo al de nuestra verdadera esencia espiritual.

Estudiar y comprender temas espirituales. Es el esfuerzo por comprender profundamente los temas relacionados con nuestro desarrollo espiritual, acostumbrando a la mente a reflexionar sobre este aspecto fundamental de nuestra vida.

Esto se hace generalmente mediante la lectura y compensa los efectos negativos que produce la atención permanente sobre asuntos materiales, a la que dedicamos gran parte de nuestra vida.

Estudio de textos sagrados. Esta norma incluye el estudio y la necesidad de revisar y evaluar nuestros progresos.

El estudio diario de escrituras y libros sagrados, escritos por maestros autorrealizados que han encarnado el Conocimiento en sí mismos. Todos los libros sagrados del mundo están elaborados con la sabiduría del camino iniciático. El estudio, llevado a su más alto grado, nos acerca a las fuerzas superiores que nos ayudan a comprendernos mejor.

El estudio de los libros sagrados no debe ser asimilado, simplemente, para acumular datos, sino que deben leerse para encarnar el Conocimiento Superior que ellos contienen. Encarnando este Conocimiento, viviendo su Sabiduría, practicando su enseñanza, es como llegamos a la Iniciación.

Debemos tratar de entender lo que hemos estudiado e intentar llevar a la práctica cuanto hayamos aprendido. Si no nos esforzamos por vivir según las enseñanzas de las escrituras y los libros sagrados no podrá beneficiarnos su estudio. El estudio constante y la puesta en práctica, en la vida diaria, de los libros sagrados nos llevan a estar en contacto con fuerzas superiores.

Uno de los métodos más poderosos para mantener la mente plenamente centrada en la espiritualidad, es la repetición del nombre del Señor - El que es la fuente de todo conocimiento -, la lectura diaria de las escrituras, recitación y el estudio de los textos sagrados,  de libros escritos por maestros autorrealizados, vidas de los maestros, y la escucha atenta de enseñanzas dadas por el guía constituyen los otros aspectos importantes del proceso, pues al leer estas obras fluyen en nuestra mente gran cantidad de ideas positivas y poderosas, agudizándose enseguida las fuerzas mentales.
Son múltiples las ventajas de la lectura de libros escritos por profetas y maestros, por ejemplo sirve de pasto a la mente, reduciendo la distracción de ésta y ayudando, por el contrario, a la concentración. Mientras estudiamos los libros sagrados, nos compenetramos con sus autores, que son Almas realizadas.

Incluso la lectura de los mismos pasajes es beneficiosa, ya que la repetición introduce las ideas en las estancias más profundas de la mente, quedando grabadas indeleblemente hasta que se convierten en parte misma de nuestra naturaleza interna.

Entonces se erige en nosotros una fortaleza que nos protege de las influencias negativas, tanto del exterior, como del interior. Estas ideas repercuten en nuestra mente subconsciente y los pensamientos negativos son abrasados y aniquilados.

 Puede, sin embargo, que ni siquiera nosotros mismos nos demos cuenta de la maravilla que ha tenido lugar dentro de nosotros. Tal es la influencia benéfica de estudiar repetidamente el mismo texto espiritual.

Ese autoestudio también puede ser obtenido a través de la concentración y la meditación. Será auxiliado por la lectura de obras adecuadas, y en la misma proporción, obstaculizado por libros no recomendables.

El autoestudio debe ser practicado incluso mediante la sociabilidad, la ampliación del círculo de amistades y la profundización del compañerismo.

 Las personas deben buscar el conocimiento mediante la observación de sí mismas, los frutos de Svâdhyâya pasan por una nueva manera de percibirse a uno mismo y esa nueva percepción podría asimilarse al descubrimiento de algo maravilloso que nos renueva y mejora y hace que nada nos resulte imposible. Maréchal nos dice: “El conocimiento de sí mismo, una confianza total, la paz, la estabilidad y una certeza humilde y sin fallo embargan ahora el corazón de quien ha realizado este encuentro luminoso y maravilloso.

La observación de Svadhyaya no debe inducir a la alienación del mundo exterior ni a la adopción de actitudes que puedan llevar a comportamientos extraños o que denoten desajustes de la personalidad.


 




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